jueves, junio 22, 2006

Cartas de lectores

Queridos lectores;


Tengo la gran suerte que mi Peter Pan se convirtió instantáneamente en una adorable polla.

A partir de ese momento, me la pelaba esperando aquel chorrito de leche que me demostrase que por fin era un hombre.

Me la pajeaba en cualquier sitio y situación. Importándome una soberana mierda la gente que me rodeara en aquel momento o aquello que estuviese haciendo.

Así, mientras veía cualquier episodio matinal de Oliver y Benji, aprovechaba la empalmada matutina y los cereales ricos en calcio bañados con leche, para intentar ordeñarme a mi mismo y poderme autoabastecer.

Los años se pusieron encima de mí y de mi polla. Entonces ella cambió de color, las venas empezaron a apoderarse de ella y los pelos empezaban a decorar el marco del miembro. Eran cambios importantes y decidí celebrar cada nacimiento de un nuevo cabello con una masturbación.

Los catálogos de ropa, las revistas para adolescentes de mi prima y la prensa rosa de mi madre me daban la suficiente superficie de carne como para levantar el cavernoso músculo.

Después de una frenética pelada el tímido semen se precipitaba sobre el papel de water, los clínex, imaginando que caía sobre la satinada carne de la modelo.

La perversión se asoció conmigo en un parque oscuro de mi ciudad. Me escondía atrás de los secos arbustos del parque, al mismo tiempo que espiaba a parejitas follándose con ropa, besándose con hierba, amándose con nubes; yo me acariciaba el bulto de mi tejano con los ojos abiertos cómo un gran centro comercial los sábados.

Un día, improvisé sacándome la polla detrás del arbusto y pajeándome mientras las lenguas de la pareja se escupían entre ellas a escasos metros de mí. Sus manos recorrían las tetas, el coño, los labios, el pelo, la cara de ella y la brisa de la tarde acercaban esa sensación hasta mis manos; hasta mi polla masturbada.

Los disparos acababan siempre en la misma región del arbusto y mientras las últimas gotas se dejaban caer del capullo, los semenosos hilos se deslizaban de hoja en hoja, de tronco a tronco hacía la tierra.

Casi un año después, en esa tierra nació un vicioso arbusto; en el que en la primavera saltaban de sus verdes hojas unas magníficas bolitas blancas. Mi semen hecho miel.

Todavía miro orgulloso aquellos arbustos cuándo paseo por ese parque.

Cambios en mi escolarización me situaron en la edad adulta legal del ciudadano. Por una incompatibilidad de horarios no podía acudir a mis citas diarias con los arbustos.

Trasladé mi centro de operaciones a mi conexión a Internet. Una nueva era se abrió como una linda puta ante mis huevos: los videos pornos. Pero no se trataba de aquellos videos en VHS admirados en silencio mientras parte de tu familia dormía. Eran aquellos videos que podías observar antes o después de un gran y al mismo tiempo aburrido trabajo sobre las teorías kantianas, en cualquier instante, o en una relativa calma de convivencia.

Aquellas secuencias memorizadas segundo tras segundo, postura tras postura, labio tras labio, se almacenaban en mi cerebro, que a modo de cine de pantalla panorámica se proyectaban en el vaho de la caliente ducha. Donde entre el champú y el gel, el semen encontraba su preciado sitio en el desagüe.

Una borracha noche mi semen se encontró con el muro transparente y anticonceptivo. No se trataba de una simulación realizada gracias un condón regalado en alguna promoción, alguna clase de educación sexual o alguna compra en algún bar.

Estaba follando, tenía mi polla atrincherada entre dos labios calientes y poderosos que me hacían moverme de forma casi mecánica a la vez que intentaba digerir aquella situación.

Las cosas fueron funcionando, unos meses follaba, algunos un poco, pero la mayoría no follaba. En cambio, mis pajas me perseguían fielmente. Me masturbaba antes de mantener la relación, durante la relación, las blancas y frías manos ajenas movían rítmicamente el pellejo de mi polla y después de la relación, rememorando sus gemidos, sus labios, su pelo, sus besos, sus pechos, el piercing…

Llevo demasiado tiempo sólo, aunque en realidad, convivo con ella. Me recibe cuándo vuelvo de mi asqueroso trabajo, me acompaña viendo una película o me relaja antes de acostarme. Así que no me siento tan desgraciado. Pero creo que dependo demasiado de ella.

Verán estoy harto de pajearme, no puedo más. Tengo la polla tan dolorida como un ojo atravesado por miles de alfileres. Me la pelo mucho y con todo. Llega un momento en el que las películas de TODO tipo me aburren, así que mi imaginación se desbordó del más dramático inconciente y ahora me masturbó delante de plantas, piedras, paisajes, estufas, sofás y todo aquello que su cuerda cabeza puedan imaginar, pero todavía más exagerado.

Ya ni quiero mantener relaciones sexuales con otras personas, sólo quiero a mi sexo, poseerlo con mis manos, mis dedos, mi placer, mis placeres. Ya no recuerdo que cualquier otra persona me haya rozado, tocado o acariciado sólo yo. Sólo yo.

Deseo con estas líneas pedir ayuda para formar un grupo de personas en el que podamos masturbarnos libremente a nosotros mismos en compañía.

Pues creo que la peor consecuencia de ser un/a pajero/a es la soledad. Siempre estamos solos cuándo lo hacemos, te acabas creando tus mundos, tus piedras, tus estufas, tus plantas; porqué no podemos realizarlo como un acto social.

Una pajero queriéndose socializar;

por_unas_pajas_sociales@hotmail.com

Carta publicada en El País

32 de biciembre del 2006

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Asi que pajas comunas eeeeeehhh? en plan orgia de pajas, no?¿ macropajeada publica !!!
lo ultimo que se te podia ocurrir tio, jjajaja k grande. Dejar por un lado la soledad que otorga el pajearse.
tienes razon, nunca nadie ve a nadie pajearse, incita claramente a estar solo; es una pena. Se podria decir que pasamos solos los mejores momentos del día.
Kizas algun dia de biciembre del año que viene a mas tardar, encuentres un 'solista' explendido para tu grupo 'PAJOTES SOCIALES' xD

Por otro lado, una paja acompañada ya no es lo mismo. Imaginate que por detrás de tu ensementado arbusto, apareciera un baboso que te observara mientras tu ejerces de 'voyeur' a una pareja de besukones viciosos. claramente, romperia la magia, y creo que para entonces dejarias de irrigar blanquedad pringosa en verde rama.

(Escupo semen y mas semeeeeeeeeen!!)

10:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

no sé, pero yo me acuerdo de pajearme con amigos. habíamos encontrado una maleta en la basura, llena. repleta de revistas porno. cada uno la suya, pero sin incomodarse. ayer me pajeaba en un coño irritado y la verdad: las pajas sociales no es una mala idea.

1:14 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

no sé, pero yo me acuerdo de pajearme con amigos. habíamos encontrado una maleta en la basura, llena. repleta de revistas porno. cada uno la suya, pero sin incomodarse. ayer me pajeaba en un coño irritado y la verdad: las pajas sociales no es una mala idea.

2:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sr Pajero Verio,
Creo que si llegasemos a la situación utópica que ando buscando con por_un
as_pajas_sociales@hotmail.com es la de pajearnos libremente, imagínese una terraza dónde todo el mundo está comiendo, usted también está comiendo entre ellos, junto a ellos, con ellos y por ello comes menos a gusto? Por ello, nuestro poderoso poder blanco se mostrará receloso de salir disparado (que sensación tan maravillosa...) hacía El Mundo? Creo que no, aunque cueste de imaginar y mayor sea el coste de realizarlo.

Próximamente comunicaré las fechas del casting en Ciudad_Trapo para el grupo, "PAJOTES SOCIALES" XD Le espero.

issis,
Es cierto. Existe una época en nuestra vida en la que lo más importante, a parte de tus pajas, son tus amigos y es por ello que es muy normal pajearse en grupo, cada uno con su paja.
¿Ahora lo haces?
Los amigos se ven desplazados a otros puestos en nuestra cada vez más ridícula escala de valores, los granos y el acné se marchan de forma cobarde, pero las masturbaciones monescas seguirán, por qué no siguen las pajas aunque sólo se cada uno con su paja?

Los coños son seres maravillosos, tanto que a veces parecen extraterrestres, tanto que a veces nos hablan. Un coño irritado... es un pobre órgano sexual pidiendo ayuda, creo. (ayúdeme usted)

Saludos pajeros

7:17 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Madre miiiiiiiiiiiiiiiiia!!!!!!!!!!!!!!!

Como se os va no? de verdad Juanjo vas a montar macropajeadas? pos avisa pk eso hay q grabarlo y dejar testigo de ello...!!!! jejejejje
No deberias pensar k como tu no hay nada mejor, a ver, en el fondo mas k tu no te kiere nadie pero...donde esté algo en pareja k se kite la soledad coño!

Lo del arbusto me ha encantao! es una gran forma de decir k el sexo en general es vida, y por lo tanto, provoca vida...! por cierto, por donde cae ese parke? me voy a pasar pa poder "plantar" un arbol....jejejejeje!

MUAKS

6:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

ese pata se pasa de pajero, y yo decia que estaba enfermo, bueno, es chevere pajearse en mancha ya que ameniza el jala jala con su rollo de papel higienico, aunque da roche en el momento de ala escupida, ya que me acuerdo que aami pata lleavaba 3 y mi otro pata llevaaba una nomas, pero lo ke pasa dijo es que yo voto en una lo que tu votas en tres jajaja..... salu2

2:32 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

respondiendo a tu pregunta: ya no me pajeo en grupo. Por ahora me conformo con que no duela demasiado... es difiicil encontrar la moderación con cosas tan buenas como el sexo.

6:28 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home