miércoles, mayo 10, 2006

¡¿Fin?!

Como siempre abandono el primero el cine.

No me quiero acostumbrar a acabar de ver las películas. No le encuentro el gusto.

Me quedo con la cara de los personajes y salgo a la calle a imaginarme como sería mi vida rodeado de ellos, y yo mismo le pongo mi propio final. De esta forma consigo involucrarme más que nadie en una película, y sobretodo consigo que su final siempre me guste. Rodeo el bello cuerpo de la esbelta protagonista con la cual todos en la sala llevan dos horas fantaseando. Yo la tengo. La beso mientras ellos observan sus últimos momentos de actuación en la gran pantalla.

Llevo 5 años viendo películas a diario, pero nunca veo su final. Me aterra pensar en la idea de que mis sensaciones acaben en el punto álgido al que me compromete el director de cine. Antes si que lo hacía.

Adoro a los directores, son capaces de hacer revolotear más pájaros en mi nido mental, de los que yo consideraba vivos. Siempre mejoran tu punto de vista y consiguen que sientas, como propias, sensaciones expuestas al mayor número de personas posibles.

Por eso mismo no me gusta acabar las películas. Sé que cuando comente el final con alguien, nadie sabrá mi verdadero final, siempre hablarán del suyo, el de todos. Fin y al cabo, ¿no es mi perplejidad mental lo que realmente da sentido a los valores y intenciones de los directores?

Cruzo la calle y sigo pensando en cuanto tiempo le quedara a mi película.

Ellos seguro que ya la han acabado, se acomodan a perder los instantes de pensamiento que yo recluto, a veces incluso días después de haber empezado a ver el film.

Voy indagando en las miradas de los conciudadanos huérfanos de metas con los que me cruzo. Seguro que ellos tienden a acabar las películas, y quien no lo hace no es porque muestre interés en poseerla y hacerla única, simplemente, quien no acaba de ver una película es por pura apatía o por que se queda dormido. Ellos andan con la cabeza gacha y puramente mecanizados.

Miro el cielo y me deslumbro. Me encanta mirar al Sol directamente. Lo desafío, y sólo a veces consigo imponerle respeto, y hago que me dé un final válido para la película que tengo en mente. Por lo general, el se muestra poderoso, y acabo por retroceder unos pasos, tapándome los ojos cegados con los dedos. Son los mismos dedos y la misma ceguera la que me consuela cuando explico a la Luna por la noche, que ese mismo día el Sol no me ha hecho caso. Se lo explico plácidamente, sosteniendo un buen licor con ‘esos dedos’ que me ayudan a soportar mi ‘ceguera’ pertinente de bebedor.

A veces, y sólo a veces, Luna y yo follamos. Es uno de mis mejores finales. Sobretodo me gusta éste final cuando no me lo espero.

Me encantan los finales inesperados, y sobretodo abiertos…

¡¿FIN?!

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Oh que bonaaaa!!! Ese juego de palabras ahí.
Yo no voy casi nunca al cine pero cuando voy no me gusta acabar de ver una pelicula en él. Eso si es verdad. Por ejemplo si la ves en casa puedes escribir una parra como esta al finalizarla, pero all´´i es un final muy frío simpre.
Eso ta salio de ver la peli? Entonces si es verdad que a cada uno le afecta de forma distinta.
Ataquemos al guionazo!!!

7:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Buah,
Very toy sorprendida...! esta historia es diferente a las demas, o almenos eso es lo q a mi me ha parecido...

A mi tb me gusta mirar el sol hasta q te ciega...aunk, la verdad la metáfora de verlo como un desafío, como una lucha entre el sol y tu, me ha encantao...
Very eres un poetaaaaaaaaaa!

8:04 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

ALO GENTE!!!!!!!Sabeis una cosano encuetro el muro de tejero, ayudarme a encontrarlo(URGENTE lo necesito para mi clase de historia))

12:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Se puede saber que es el muro de tejero, kekril? yo te ayudaria si supiera de k me ablas....pero no va ser asi.
te puedo asegurar que esto no tienen ninguna relacion con tal muro. lo siento, pero no te puedo ayudar.
Gracias por entrar en este blog, aunke sea ekivocandote.

2:29 p. m.  

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