lunes, enero 23, 2006

Os la describiré

Os la describiré.

Un par de días más tarde volví a aquella misma terraza. Necesitaba más cerveza y pensar.

Pero todo se fue a la mierda porqué ella estaba allí.

Sentada con un grupo de amigas. Seguía riendo como el otro día.

Su sonrisa al anochecer era más gigante, como una inmensa cueva llena de pequeños trocitos de nubes blanquísimas.

Sus labios eran tan carnosos que el inferior cubría en parte al superior. De tal manera que cuándo permanecía callada la boca le hacía forma de pucherito. Y mientras las demás hablaban ella se mordía sus labios con rabia maldiciéndose porqué ella también quería opinar, comentar. Era entonces, cuándo sus dientes apresaban a un trocito maravilloso de labio y el deseo estallaba en su cara. Maravilloso.

Su larga melena de color castaña parecía pintada por Van Googh. Unos inquietantes reflejos rubios aparecían y desaparecían sobre su pelo.

La melena nacía de un ralla de forma desigual, casi zigzagueante, en el centro de su cabellera. A partir de ella sus finos y pintados cabellos se escapaban por toda su cabecita. Parecía levemente despeinada, pero estaba encantadora.

Debajo de aquel ejército de cabellos:

Sus ojos penetrantes; parecían cansados y una fina línea de color oscuro descansaba debajo de ellos. Eran oscuros aunque desde aquella oscuridad y de forma increíble radiaban luz.

Luz que iluminaba toda su cara. Se trataba de ojos grandes e inquietantes; en ocasiones su mirada parecía perdida, confusa; aunque después recuperaba toda su fuerza. Extraordinario.

Y entre esos focos de luz oscura, tenía cabida una pequeñita y redondeada nariz. Era delicada y delgada. Jamás había visto una nariz tan perfecta. Fantástica.

Me miró. Yo no pude aguantar su mirada. Desvié la vista rápidamente hacía la madera de la mesa, cómo si estuviese guardando penitencia después de admirar tanta belleza.

A partir de ese momento, me sentí feo, asqueroso. Y pensé que mi mirada sucia e impúdica se había estado clavando por todo su cuerpo como una espada sin su consentimiento.

Pero seguía espiándola gracias al reflejo del cristal. Estaba mucho más cómodo observándola así.

Sus manos acariciaban el casco de cerveza suavemente. Su manicura era cuidada. Uñas largas y con forma cuadrada.

Entonces imaginé esas uñas rascándome el tejano, abriéndome los botones, entrometiéndose en mis calzoncillos, buscando mi glande para acariciarlo, cuidarlo, acogerlo entres sus finos dedos. Sentir mi caliente polla en sus finas manos, mientras sus preciosos y carnosos labios rozaban mi cuello y su amplia lengua jugueteaba con mi oreja.

Luego, me miraba y sus ojos se clavaban en los míos, entonces se mordía el labio inferior con una dulce sonrisa terriblemente sexy y empezaba a masturbarme fuertemente.

Pero ella seguía allí sentada lejos de mí. Así que me puse mi pesado chaquetón en mis espaldas, introduje mi mano pajeadora en mis calzoncillos y comencé a masturbarme mientras seguía mirándola a través del cristal.

Algo falló mientras yo era feliz pajeándome en la terraza; ella se levantó y se acercó hasta mi mesa. Intenté mantener la compostura, saqué mi mano de la polla, cerré fuertemente las piernas y esperé.

Efectivamente, se dirigía a mi mesa.

- Perdona, ¿tienes fuego?

- Sí, un momento… -Respondí nervioso.-

El mechero estaba en el fondo del bolsillo de mi chaqueta. Al rebuscar dentro, la chaqueta cayó hacía el suelo yo instintivamente la recogí del suelo, sin pensar en que este gesto me haría abrir las piernas.

-Toma, aquí tienes.- Y sonreí.-

Pero ella no estaba mirando al mechero que sostenía en mi mano.

Sino que sus ojos abiertos como el coño de una actriz porno, estaban fijos sobre mi morcillona polla atrapada entre los botones de la bragueta.

Se giró y la perdí Para Siempre.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

hola!
Me encanta esta descripción!!! esa chica kiero conocerla! kiero ser participe de ese momento contigo macho!
Kien pudiera ser monumento para q tu la describieras tal y como lo haces en todos tus relatos!!! q envidia a las mujeres bellas de tus historias juanjo!

U n B e s o.

5:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola cualquier chica;

Tal vez tú conozcas a esa chica y yo no.
Tal vez tú has sido participe de ese momento.

Y un monumento para alguno de mis relatos puede ser CUALKIER CHICA.

Besos

2:02 p. m.  

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