viernes, mayo 04, 2007

La estudiante

Rebusqué en la mochila las llaves mientras, mi mano izquierda sostenía la comida. Luego abrí ayudándome de mi pie. La luz del salón estaba encendida. Dejé la comida en la mesa, seguido de la mochila y la chaqueta. La vi, nos miramos y nos hubiésemos besado en los labios sino fuese por el aire.

Sentada allí entre el portátil, unos libros, un sobre, una carpeta y fotocopias. Su pelo castaño brillaba por el reflejo de la luz. Aunque sino fuese ése reflejo hubiese sido el del Sol, el agua clara de cualquier fuente o el mismo reflejo de sus ojos.

Unos ojos claros, verdes y con unas pupilas violentamente negras que ahora estaban resguardas, como hibernando, tras unas gafas. Rectangulares, negras y de pasta. Éstas estaban sujetas así, como por la magia del mejor hechicero, por una nariz pequeñita y graciosamente tintineante. Bajo la puntita de aquella nariz unas rojas fresas en las que se podía besar el campo verde. Todo ese maravilloso conjunto estaba recogido por un encantador moñito que asomaba en el blanco cuello de su camisa.

Me acerqué hasta el sofá agarré la solapa de su camisa que se formaba gracias a un descuidado botón desabrochado. Y cuando después de besar las fressr me acerqué hasta su cálido cuello ella se recostó en el amigable sofá beige hasta arroparnos los dos en sus pechos ahora duros. Mis manos se apresuraron a su fino culotte y lamieron sus piernas, las rodillas para después volar a sus ingles donde no pudieron resistirse a apretarla. En aquellos instantes un suspiro me acarició mi cuello.

Fui deshaciendo los botones con mis ardientes manos en tanto que nos amábamos con nuestras narices que se rozaban tiernamente como paseándose por aquel maravilloso paisaje. Ésas mismas traidoras que entraron dentro del fino y suave culotte para luego empezar a arder dentro del Río.

Un suspiro me empujó hacia el fondo del inmenso sofá. Y ese mismo ardiente suspiro me besó, me mordió, me lamió, me sorbió. Mis dedos no se detuvieron hasta su fino cabello que ahora parecía reflejado del rojo de mi sangre. Deshice aquella coleta que se sostenía tímidamente, temerosa de participar en todo este asunto; salió disparada cobardemente hasta el final de la Noche. Fue entonces cuando volví a ver sus rabiosos ojos verdes rodeados de una preciosa melena y sosteniendo entre sus caprichosos dedos mi Luna.

Casi sin darnos ni cuenta el culotte cayó sobre el portátil. Agotados y rindiéndonos ante nuestros órganos más vivos nos unimos lentamente deseando que ese momento perdurase en nuestro cuerpo, en nuestras cabecitas para siempre.

El dulce y entrañable Calor se apoderó de todo el salón y de la Noche para después descargar sus éxtasiantes masajes por todo nuestro cuerpo originándonos tiernos y ligeros temblores que se hacían acompañar de besos y caricias.

Asfixiados derramamos los cuerpos por el gigantesco sofá.

Absurdamente después siempre llega la impasible tranquilidad que pisotea TODO aquello fuertemente.Recuperamos nuestros cuerpos, parte de nuestras ropas y vagabundeamos sin rumbo fijo por el salón; totalmente desorientados y penitentes. En el baño refugiándome de aquel maravilloso cataclismo un elocuente chorro de agua casi estuvo a punto de recuperarme.

Abrí la puerta desde donde se veía el salón. Allí seguía el portátil, unos libros, una carpeta y fotocopias. Recogí de la mesa la comida, me senté en el sofá, al lado del portátil dejé la tartera de cartón con la comida y recogí mi arrugada camiseta.

Con la camiseta entre mis manos me recosté en lo que ahora parecía un ridículo sofá y pensé en el sobre:

**

Natalia hago realidad todas tus fantasías 6549483217 500€

**

No tenía hambre.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Saludos Hombre_Raton! Por fin vuelvo a dejar mi huella aquí, aunque sea bajo el anonimato...Lo hago con ganas!

He leído LA ESTUDIANTE, además 2 veces! Y me alegro mucho.

La primera vez me ha gustado por la forma en que escribes, los detallitos, los Elementos de la Naturaleza, las fresitas, ais! me la he imaginao... y cuando he llegado al final he pensado: como no... justo lo que tenía que suceder, es un mundo en el que pasan cosas de éstas, coño!

O sea que bien! Pero la segunda vez ...la he enfocado muy distintamente, de forma automática, mi "yo lector" ha cambiado algo -el género, no el número,las protas siguen siendo 2-...Ya no era Hombre Ratón el que llegaba al piso, dejaba las cosas, la chupaba, la trincaba...sino que era ELLA, una joven estudiante y... puta. Por qué no? Todo sucede en un campus americano (buah...vaya desliz). Era una estudiante, un poco desgraciada, que se pagaba los estudios haciendo de puta...que había recibido llaves y instrucciones, que llegaba al piso donde tenía una cita y se encontraba repentinamente con el amor...Lesbiana hasta la médula, sólo se acostaba con tíos, sólo se acostaba por dinero...Ahora por dinero se iba a desvirgar con otra estudiante, bellísisima, que quería probar sexo lésbico, que la esperaba haciendo los deberes... Se desató la pasión, se desató el amor...y cuando explotó el Sol...el sobre no valía la pena...se había enamorado, ya no tenía hambre, ya no necesitaba el dinero.

Tu relato me ha inspirado, me ha venido un no sé qué...he visto como una luz...hay gente que a veces me dice: tio, alejate de la luz,no vayas, vuelveeee...jaja! Me mola cuando llego a este nivel.

11:38 p. m.  
Blogger Sergio Lesmes said...

Gran fantasía sexual en tu linea.
Todo nube, toda sube (ella, la poya)

Bonito morbo estudiantil reflejado en el gesto de concentración en la bella forma de una muchacha.
Muy lograda esa inocencia que tanto me hace correrme. Esta paja va por ti (tu, Natalia)

Por un momento he visto esas suaves fresas tiernas montadas en nata virgen, como si de nieve se tratara, apagando soles con carícias sobre el verde campo del orgasmo.

Oye........sabes k he llamado y me dicen que el telefono no existe?¿?¿
no se.....quizas tas equivocado. Espero rectificación numeral vaginal total.

1:31 p. m.  
Blogger Hombre_Ratón said...

Saludos Anónimo coMpañero;

Yo me alegro de ver tu gran comentario. Sin duda, uno de los mejores comentarios que se hayan posteado en este tan pequeño y ridículo rincón del ciberespacio.

Y estas cosas pasan sí, es verdad. Nada más que comentar.

Tú “yo lector” se ha dejado embaucar muy amablemente por la ambigüedad de esta relación tan aparentemente poco carnal pero muy humanamente celestial.
Y es una de las cosas que más me gusta de esto que intento hacer: escribir. Y es que cada uno de vosotros (porqué ya hay confianza) se imagina, recrea y goza de una manera distinta aquello que mis manos arrojan a través del teclado. Y no seré yo quien por escribir esto tenga más derechos que el Lector.
Tal vez aquel hombre_ratón sentado en el sofá y desganado también se había enamorado de aquella puta. Cosa totalmente entendible después de la grandiosa follada.

En la luz se esta mucho más a gusto y calentito que en el frío mundo de vigas de hierro y cemento armado. Déjate llevar y vuelve. Alguien dijo una vez que "la diferencia entre un genio y un loco. Es que el genio tiene billete de ida y vuelta hacia la locura, el loco sólo tiene el de ida." Así que se cívico y compra el billete.


Gracias de nuevo Maestro;

Sí, tal vez la polla sea la parte del cuerpo que más se asemeja a una nube, sobre todo cuando empieza a tronar.

Por lo de bella forma de la muchacha debes agradecérselo todo al género femenino existente en este cada vez más maltrecho planeta.

Soy tan sensible que con tu comentario también he debido pajearme, vamos empates, paja por paja.

El teléfono fue intencionadamente modificado para que mi Natalia siga estando tan fresquita cada vez que viene a hacerme una visita. Fresas frescas. Egoísta que es uno, egoísta que es el sexo.

9:48 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home