lunes, octubre 18, 2004

La ilusión ( I parte)

Tomemos la primera copa en un bar cerca de la plaza del ayuntamiento; iríamos a cenar a un japonés. Todo parecía una de esas patéticas películas de amor. Era nuestra primera cita y en realidad se llamaba Maria. Era perfecto.
Mientras cenábamos hablamos de todo: su infancia (a Maria tampoco le gustaban las matemáticas), sus miedos (no soporta dormir cerca de una ventana, yo tampoco) y del futuro. Un futuro que explicábamos por separado pero estábamos deseando que pasara por una cama en la que despertábamos los dos cada vez que la luz volvía a la Tierra.
Maria también estudia y trabaja. Pero ella es de Badajoz y debe ganar dinero para ella y su madre que vive en el pueblo. Yo la entiendo, ella no es sólo una puta es una buena hija que hace todo lo que puede por su madre.Su móvil sonó; me dijo que era una llamada importante que salía fuera:
-Un momentito Hombre_Ratón ahora vengo, cariño.
Empecé a mirar a las mesas de alrededor, en su mayoría eran parejitas acarameladas, que se miraban como si el mundo solo fuera su novia, su marido, su amante. ¿Éramos Maria y yo una parejita? Miraba el plato de shushi; cuando una cálida caricia recorrió mi oreja, después mi cuello y se detuvo sobre mi hombro, cerquita de mi corazón.